La sequía y la escasez de forrajes para alimentar al ganado provocarán la desaparición de algunos establos lecheros de pequeños productores del sector social, mientras que las explotaciones más grandes tendrán que vender parte de sus vacas, vaticinó José Carreón Ramos, conocido empresario del sector.

Explicó que la falta de agua en las presas restringió el riego a menos de un tercio de la superficie agrícola del distrito, lo que se traducirá en menor producción de alfalfa y otras pasturas, situación que afectará demasiado al sector lechero.

“Tan demasiado que algunas gentes del sector social van a tener que desaparecer; algunos otros van a tener que vender sus vacas; algunos otros, como los establos grandes, medianos y regulares, vamos a tener que reducir también los hatos. Inclusive algunos de los establos que se manejan medios probablemente también van a tener que vender sus animales, como sucedió en la sequía del 94 y 95”, pronosticó.

José Carreón recordó que en aquella época se vieron obligados a traer el forraje de los Estados Unidos, principalmente desde California, Colorado y Texas, lo que encareció el precio del alimento para el ganado.

Descartó que el gobierno federal aumente el precio de garantía de la leche para auxiliar a los productores, prediciendo que la economía regional se deprimirá en un 30 o 40 por ciento porque no habrá suficiente dinero circulante.

Carreón consideró que los tres niveles de gobierno, municipal, estatal y federal, deben acudir en apoyo del sector agropecuario para que éste pueda sostenerse en esta sequía, la cual será diferente a la de hace 25 años, pues aquí se robaron el agua que estaba almacenada en las presas.

“Aquí fue una cosa diferente: no fue que el cielo nos dejó sin agua, aquí el presidente nos dejó sin agua y eso no se lo podemos perdonar”, acusó.

El entrevistado recordó además que si bien Delicias es llamada la tierra de los “Vencedores del desierto”, sin el recurso hídrico nada se puede hacer.

(El Heraldo de Chihuahua)