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Dinastía de los Castro, los "fifís" de Cuba

Mientras millones de cubanos sufren privaciones impuestas por la revolución comunista, los privilegiados del régimen gozan del glamur y los placeres





07 de Agosto de 2021 a las 09:27 hrs -- Jimena Jimenez
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San José. – Los Castro, la poderosa familia que con sus patriarcas—Fidel, comandante en jefe, y Raúl, general de ejército—y militares, ministros, hijas, hijos, nietos y nietas con el privilegio de gobernar como dinastía en Cuba desde 1959, ganaron fama en su país por la vida de lujos que disfrutan dentro y fuera de la isla y son vedados por la revolución comunista para la mayoría de los 11,3 millones de cubanos.

En términos mexicanos, los Castro son los “fifís” de Cuba por su posibilidad de acceder a viajes al exterior, fiestas, automóviles, yates, hospedajes suntuosos, joyas, calzado, vestimentas, deleites culinarios, costosos vinos y una gran variedad de gozos que, ya sea en 2021 con un salario mínimo de unos 87 dólares o antes con uno de 16 dólares, ningún cubano residente en su tierra natal pudo pagar nunca.
El igualitarismo, base del sistema social cubano que busca sepultar todo síntoma de división de clases, tampoco es… igual para todos en Cuba.

En una nación que, el 11 de julio anterior, registró un masivo estallido de protestas callejeras sin precedentes en 62 años para exigir libertad y democracia y el fin de la represión política, el Partido Comunista de Cuba (PCC) sometió a los cubanos a limitaciones y sacrificios por falta de alimentos, medicinas, bienes básicos, transporte o electricidad o por el deterioro en salud y educación.

Como único partido legal, el PCC culpó al embargo económico que Estados Unidos le impuso en 1962 de todos los problemas de Cuba.

No obstante, y con gastos cubiertos por el erario cubano, los descendientes de los dos hombres más importantes desde 1959 en Cuba obtuvieron beneficios negados a sus compatriotas y con vía libre para satisfacer sus antojos con el sello de un apellido que impone temor.

“¿Qué día podremos ir a los lugares donde van sus hijos?”, planteó, en un mensaje en Facebook, el abogado cubano Manuel Viera, del opositor e ilegal Movimiento San Isidro, creado en 2018 y que, en noviembre de 2020, enfrentó al gobierno y exigió libertad y cesar la represión.

“¿Qué día podremos (…) ponernos un Rolex como el presidente (Miguel Díaz—Canel) puesto a dedo? ¿Qué día mi mujer podrá comprar carteras en Carolina Herrera como la primera dama (Lis Cuesta)?”, insistió, al evidenciar que el rencor también es por el glamur de otras figuras de la clase gobernante, mientras la mayoría de la población sufre privaciones.

El disgusto recrudeció en marzo de este año cuando Sandro Castro Arteaga, nieto de Fidel y de Dalia Soto del Valle, ostentó en internet un automóvil de lujo con el que se exhibió en las calles de La Habana en un viaje a 140 kilómetros por hora.

“Somos sencillos, pero de vez en cuando hay que sacar estos jugueticos que tenemos en casa, ¿me entienden?”, narró Castro Arteaga, reconocido en La Habana por su agitada vida social e hijo de Antonio, uno de los cinco del matrimonio Castro Soto del Valle y famoso por sus viajes de recreo a Grecia y Turquía.

Tras intentar una disculpa pública, el nieto reapareció en las mismas redes para alardear su existencia cotidiana de placeres inalcanzables para millones de sus paisanos. El joven generó malestar en 2019 al lucirse en las redes con otro vehículo que mostró como rebosante de combustible, mientras Cuba sufría una aguda escasez de derivados del petróleo.

(El universal)