El denso humo proveniente de losdevastadores incendios forestales en Canadá ha cubierto el noreste de Estados Unidos, creando una atmósfera distópica. El aire se ha vuelto acre, el cielo se ha teñido de un gris amarillento y se han emitido advertencias para que las personas vulnerables permanezcan en espacios interiores.
Los impactos de los numerosos incendios que están arrasando las provincias del oeste de Canadá hasta Quebec se han extendido hasta lugares tan lejanos como Nueva York y Nueva Inglaterra. Además de afectar la calidad del aire, el humo también ha causado irritación en las gargantas de los residentes.
(milenio)