El subdirector de Epidemiología de la Secretaría de Salud, Gumaro Barrios, dio a conocer que de enero a la fecha, se han registrado a nivel estatal 30 casos de dengue, de los cuales, la mayoría se ha presentado en la región de Jiménez.

Al informar que esta enfermedad se transmite a los seres humanos por la picadura de mosquitos infectados indicó: “Cada año, se ha visto que en la época de lluvias se tiene un incremento en el número de incidentes, esto, ya que el mosco prolifera con mayor facilidad, gracias a factores ambientales como el calor y la humedad”.

Afortunadamente, dijo, los casos que se han atendido en todo el estado, han presentado una evolución favorable, gracias a que las personas infectadas recibieron atención oportuna.

Sin embargo, exhortó a la población en general a no bajar la guardia y tomar las medidas preventivas necesarias, a fin de reducir el número de estos insectos en los hogares y el entorno familiar y laboral.

Por ello, y con el fin de evitar la presencia y proliferación del mosquito transmisor del Dengue, la Secretaría de Salud de Gobierno del Estado exhorta a la población en general a extremar la limpieza dentro y fuera del hogar.

Esto, debido a que los mosquitos aprovechan cualquier lugar en el que exista aún la más mínima cantidad de agua, para depositar sus huevos, motivo por el cual se deben eliminar los líquidos estancados, charcos u objetos que se encuentran en patios, o cocheras.

Otra medida de prevención es retirar la hierba indeseada alrededor de la vivienda, así como contar con mallas mosquiteras en puertas y ventanas, para impedir el paso del mosquito.

Es importante hacer uso de repelentes de insectos en las partes descubiertas del cuerpo, y evitar dormir a la intemperie, ya que aumenta el riesgo de ser infectado.

En caso de presentar fiebre, dolor de cabeza o muscular, cansancio, malestar general o hemorragia, es importante acudir al valoración al servicio médico e iniciar el tratamiento en caso de confirmarse la enfermedad.

Se recomienda tapar bien los recipientes en donde se almacena el agua para consumo; lavar y cepillar los recipientes en donde se guarda; cambiar el líquido de los floreros cada tres días; cambiar el agua del bebedero de los animales domésticos diariamente; eliminar cualquier objeto inservible como botellas, latas o llantas en los que pueda acumularse la lluvia.