Las autoridades griegas han ampliado la causa por el choque de dos trenes la semana pasada, que dejó 57 muertos, y han imputado a un inspector y a dos trabajadores de la estación por una serie de cargos, con lo que ya no sólo figura como potencial responsable del siniestro el jefe de la estación de Larisa.
Sobre los tres nuevos imputados pesan acusaciones por homicidio negligente y por actuar contra la seguridad en el transporte, un cargo este último susceptible de ser castigado con la cadena perpetua.
El inspector señalado ahora está considerado el responsable de situar al primer imputado, sin apenas experiencia, al cargo de la estación para cubrir el turno de noche. Se le atribuye un error que habría hecho que los dos trenes, uno de ellos con unos 350 pasajeros a bordo, circulasen por la misma vía, informa el periódico 'Kathimerini'. Los otros dos acusados son trabajadores de la estación que supuestamente debían estar en sus puestos hasta las 23.00 horas pero que se habían ido antes, provocando el mal manejo de las vías.
(EUROPAPRESS)