El papa Francisco lamentó “las puertas cerradas” a los migrantes en la homilía de la misa que presidió ante cerca de 50 mil de personas en la Plaza Kossuth Lajos de Budapest, en la última jornada de su visita de tres días a Hungría.
En este magnífico escenario, ante al Parlamento húngaro, el papa indicó a todos los cristianos de este país, donde el Gobierno de Viktor Orbán mantiene una política de puño duro contra la migración, que están “invitados a acoger y difundir su amor, a hacer que su redil sea inclusivo y nunca excluyente”.
Francisco dijo que Jesús “impulsa a ir al encuentro de los hermanos”. “Y recordémoslo bien: todos, sin excepción, estamos llamados a esto, a salir de nuestras comodidades y tener la valentía de llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio”, destacó.
(LÓPEZ DORIGA NOTICIAS)