Las 97 ballenas piloto que quedaron varadas esta semana en una playa al suroeste de Australia murieron después de que las autoridades decidieran practicar la eutanasia a 43 de ellas para minimizar su sufrimiento ante su deteriorada salud.
Los equipos de rescate, veterinarios, expertos en fauna marina y unos 250 voluntarios lograron en un primer momento remolcar a aguas profundas a las supervivientes, pero horas después volvieron a quedar varadas, lo que terminó por convencer a los expertos de que era mejor sacrificarlas.
(ARISTEGUI NOTICIAS)