Hace casi un siglo, en Oklahoma, Estado Unidos, una serie de horribles tolvaneras conocidas como el dust bowl (cuenca de polvo), crearon caos y horror para los habitantes del lugar. No solamente por sus efectos inmediatos, sino por ser uno de los desastres ecológicos más dañinos y extraños que se han registrado en esa parte del mundo.
Aguanta la respiración parte de estos hechos y agrega al terror con la historia de una madre y sus dos hijas que más allá de tener que enfrentar las paredes de polvo, comienzan a vivir una especie de aparente locura por lo que podría llegar con el fenómeno.
La sensación de “terror inminente”, de saber que algo letal se acerca pero no se sabe lo que es, fue el tenor con el que iniciamos la plática con Paulson.
(milenio)