Las afirmaciones del candidato republicano Donald Trump sobre supuestas escuelas de Estados Unidos donde se adoctrina a niños para que se sometan a tratamientos de transición de género se han instalado en la campaña electoral, transformando un asunto residual en factor de agitación.
La base de ese discurso, que ha repetido en multitud de actos de campaña este año, ha suscitado gran recelo en familias conservadoras hacia centros educativos de todo el país.
Por su parte, Kamala Harris no se ha posicionado sobre ese tema, pues sabe que sería controversial y podría restarle votos, pues en 2015, cuando era fiscal general de California, anunció que ordenaría a todas las agencias federales permitir y apoyar tratamientos de transición sexual.
-EFE-