Un escenario completamente iluminado que lo iluminaba a él y a cada persona en butacas, una iluminación diferente a otros colegas que suelen presentarse a media penumbra. Camilo saltó al escenario a las 21:00 horas y un ansioso Auditorio Nacional respondió al grito de “¡Tribu!”.
El compositor colombiano regresó a Ciudad de México y bailando, descalzo, vestido todo se blanco, llenó de energía el recinto; con “Bebé”, “Aeropuerto”, “KESI” y una reciente favorita, “Una vida pasada”, que forma parte de su disco ‘cuatro’, así comenzó un concierto que forma parte de su gira ‘Nuestro lugar feliz’, con la que también visitará otras ciudades del país.
(milenio)