Carlos Samayoa, representante de Greenpeace, alertó sobre las violaciones a los derechos humanos y ambientales derivadas de la construcción del Tren Maya.
Durante una entrevista, el campañista por La Selva Maya, la fragmentación de la selva está poniendo en grave peligro la biodiversidad y alterando los ciclos hídricos esenciales para la región. Se estima que hasta ahora se han talado 10 millones de árboles, lo que equivale a una pérdida diaria de 190 hectáreas de selva.
Destacó el activista que, el Tren Maya no solo representa un avance turístico, sino que también está vinculado a intereses económicos que amenazan el equilibrio ecológico.
-ARISTEGUI NOTICIAS-