Las autoridades alemanas informaron que la investigación sobre el atropello masivo en Múnich, cometido por un ciudadano afgano, sugiere una posible motivación islamista, aunque no se ha confirmado que el detenido pertenezca a una organización específica.
El ataque dejó 36 heridos, dos de ellos en estado crítico, incluyendo una niña de dos años. El sospechoso, un hombre de 24 años, no tenía antecedentes penales y trabajaba como vigilante.
Admitió haber embestido deliberadamente a la multitud, alegando una justificación religiosa. No se han encontrado pruebas de que tuviera cómplices o perteneciera a un grupo organizado.