El presidente Donald Trump declaró emergencia por desastre natural en Texas, donde las inundaciones han dejado al menos 82 muertos. La mayoría de las víctimas se registraron en el condado de Kerr, con 68 fallecidos, incluidos 28 niños.
Equipos de rescate siguen buscando a 41 personas desaparecidas, entre ellas 10 niñas y una monitora de un campamento cristiano.
La declaración permite activar recursos federales de FEMA, aunque la administración Trump planea recortar fondos destinados a la respuesta a desastres. Las labores de recuperación ya comenzaron en la región de Hill Country, devastada tras el desbordamiento del río Guadalupe.
-EFE-