Solo un accidente, la película con la que el director iraní Jafar Panahi ganó la Palma de Oro en la pasada edición de Cannes, llega esta semana a salas mexicanas. Se trata de un thriller moral que inicia con un accidente y desemboca en una cadena de violencia; esta historia se ha convertido en un testimonio cinematográfico de cómo el cineasta iraní transforma la represión, el silencio forzado y la experiencia carcelaria en un acto de resistencia creativa.
La obra está profundamente marcada por los años en que Panahi vivió bajo persecución estatal. El director, detenido por primera vez en 2010 debido a que el gobierno consideraba que sus filmes iban en contra del sistema, encontró en la cárcel no sólo un límite físico, sino un espejo social. Durante su reclusión convivió con personas cuya realidad pocas veces sale de aquellos muros. En esa convivencia surgió la materia prima de su nueva película.
(milenio)