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Juicio a García Luna: testigo colombiano desata risas en la Corte.

Harold Mauricio Poveda Ortega, El Conejo, no sólo mantuvo despiertos a todos, sino que provocó más de una carcajada.





02 de Febrero de 2023 a las 09:58 hrs -- Jimena Jimenez
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New York- Poveda, de origen colombiano, trabajaba para Beltrán Leyva, a quien incluso llamaba “tío”. Un contraste muy grande de cuando lo conoció, pues, siendo un narco “independiente”, a Beltrán no le pareció que se cruzara en su camino y quería borrarlo del mapa. Al menos según el testimonio del mismo El Conejo, quien contó una primera anécdota que causó risas. Entonces, era amigo de Ismael El Mayo Zambada, y éste le ayudó a huir a Colombia, vía el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Aquí, contó, las fuerzas federales no sólo “me cargaron las maletas”, sino que lo trataron de lujo. “Una belleza”.

Desenfadado y sin pelos en la lengua, El Conejo, que aparentemente recibía ese apodo porque marcaba sus paquetes de cocaína —envió más de mil toneladas a Estados Unidos, según su recuento— con el símbolo de Playboy, logró mantener la atención del jurado en todo momento, aunque en ocasiones no comprendía lo que decía el testigo, a pesar de la traducción.

Como cuando habló de su gato blanco persa, al que llamó Perico, uno de los nombres con que se conoce a la cocaína. El jurado no entendió por qué los medios presentes en el lugar se reían.
El Conejo logró huir de aquel operativo que se realizó, según le contó Beltrán, por un pitazo de El Mayo Zambada. Corroboró también las versiones que dieron testigos previos sobre la detención de Jesús El Rey Zambada, en 2008, en cuanto a que los Beltrán Leyva estuvieron detrás del operativo. Pero aportó un dato adicional: El Conejo recibió el encargo de repartir entre medios mexicanos no identificados 300 mil dólares para que difundieran la nota de la captura y la foto de El Rey de manera expedita, para evitar cualquier “canje” o transa por parte de la policía.