Familiares de Ovidio Guzmán, alias El Ratón: cada que pueden, pasan el recado de Ovidio y piden que se corra la voz en todo este poblado serrano de Culiacán, y es que la gente no puede dejar de tener miedo.
A un mes del operativo de la captura de Ovidio Guzmán, las calles en Jesús María están vacías, todavía hay decenas de casquillos percutidos regados en los caminos de terracería aledaños a la casa de El Ratón, donde quedaron las principales huellas de la guerra que se libró aquella madrugada del 5 de enero: grandes manchas de sangre en el piso y cientos de impactos de bala en paredes, techos y ventanas, la mayoría, si no es que todos, de calibre .50 de los fusiles Barret.
Para pedir que vuelva la normalidad Jesús María, cientos de pobladores recurrieron a la fe el sábado pasado y caminaron más de cinco kilómetros a la comunidad vecina de La Anona con una imagen de la Virgen de Guadalupe. La intención de esta procesión también fue pedir por los desaparecidos en el último culiacanazo.
(Milenio)