Rihanna ofreció un espectáculo del medio tiempo de un Super Bowl que hará historia: es la primera vez que una artista se luce con voz y movimientos estando embarazada.
La mayoría de espectadores intuyó la llegada de su segundo hijo al verla imponente sobre el escenario con su abdomen abultado y sin movimientos abruptos, algo que luego de conmocionar las redes por un par de horas que generó la duda de su estado, fue confirmado por representantes a los medios. La cantante dejó perplejos a quienes apostaban que su invitado especial sería Drake, Eminem o Shakira, con quienes ha interpretado algunos de sus éxitos.
(El Universal)