Emoción y romanticismo fue lo que gozaron la noche del viernes los admiradores de Carlos Rivera, quien se encargó de ofrecer una velada inolvidable a sus fieles laguneros, al deleitarlos con sus más reconocidos éxitos en el Coliseo Centenario.
Al recinto comenzaron a llegar los asistentes poco a poco, y sobre todo a temprana hora para no perderse ningún detalle de su artista favorito, y así poder ocupar sus localidades sin contratiempos.
(milenio)