El debate sobre el impacto de las nuevas tecnologías entre los más pequeños ha llevado a la localidad irlandesa de Greystones, a aunar fuerzas para prohibir en todo el municipio, no solo en las escuelas, el acceso a los celulares a menores de 12 años.

Esta innovadora idea, que está empezando a extenderse rápidamente por todo el país, aspira a reducir los niveles de ansiedad que detectan los profesionales en los escolares y a aliviar, al mismo tiempo, la presión que sienten los padres a la hora de decidir cuándo les entregan su primer móvil.

Los ocho directores de los colegios de esta localidad costera, ha logrado que la mayoría de los padres se haya acogido a este programa voluntario, hasta crear un impulso encaminado a convertirlo en “la nueva normalidad”.




(LÓPEZ DORIGA DIGITAL)