Una llamada propició la investigación por la que el expresidente estadounidense Donald Trump fue imputado en Georgia. La cuarta acusación penal de su trayectoria, por la que este jueves comparecerá para que lo fichen, lo equipara al capo de una mafia creada para revertir los resultados de las elecciones de 2020.
En esa conversación telefónica del 2 de enero de 2021 pidió al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, que le encontrara 11 mil 780 votos, uno más de los que había conseguido el demócrata Joe Biden.
Fue solo un ejemplo de las maniobras que Trump y las 18 personas acusadas junto a él llevaron a cabo en ese plan fallido para mantenerse en el poder, pese a que, según deja clara la imputación de la Fiscalía en su informe de 98 páginas, sabían que habían perdido esos comicios.
Trump está visto como el cabecilla de esa trama, pero no actuó solo, según la Fiscalía. Entre los otros acusados están dos de sus exabogados -John Eastman y el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani- y Mark Meadows, su antiguo jefe de gabinete en la Casa Blanca.
Dos de sus antiguos abogados de campaña (Jenna Ellis y Sidney Powell), la publicista Trevian Kutti, los falsos electores presidenciales Shawn Still y Cathy Latham, o Ray Smith, miembro de su equipo legal en Georgia, se suman a sus futuros compañeros de banquillo.
El número total de cargos contra los distintos acusados se eleva a 41, y a 161 los presuntos actos que la Fiscalía les atribuye para intentar revertir, sin conseguirlo, la derrota electoral de Trump en 2020.
(LÓPEZ DÓRIGA DIGITAL)