Una frontera cerrada por orden del presidente de República Dominicana, amenaza con la cancelación de las relaciones comerciales y un impresionante despliegue militar, estos son los recientes escenarios que Haití ha sumado a su ya muy demacrada crisis política, económica, social y humanitaria, una severa situación que puede agravar aún más la inmigración haitiana.
El presidente dominicano, Luis Abinader, anunció la decisión como represalia por la construcción de Haití de un canal para desviar agua del río Masacre, que separa ambos países, y como parte de esta protesta también devolvió a miles de haitianos que cruzaron irregularmente al país vecino, incluso incluyó a ciudadanos de dominicanos con ascendencia haitiana, acto que fue considerado grave en materia de xenofobia, además de suspender los visados para sus vecinos.
El enfrentamiento entre los países vecinos se perfila para agravar la ya deteriorada economía haitiana.
(EL SOL DE MÉXICO)