Emilia Clarke es conocida por su icónico papel como Daenerys Targaryen en la serie Game of Thrones, donde protagonizó durante ocho temporadas la lucha por el Trono de Hierro.
La producción no solo marcó su carrera sino que también la convirtió en una de las actrices más reconocidas a nivel mundial. Sin embargo, la transición de Clarke fuera del universo de Game of Thrones no ha sido del todo sencilla, especialmente con la llegada de la precuela House of the Dragon.
A pesar del éxito de la nueva serie, la actriz ha confesado que no puede verla, y su explicación arroja luz sobre el impacto que dejó su experiencia en el aclamado drama de HBO.
(milenio)