Las Naciones Unidas y organizaciones humanitarias informaron que la crisis en Sudán del Sur se está agravando debido a los intensos enfrentamientos entre el gobierno y grupos rebeldes en varias regiones del país.
La violencia ha desplazado a más de un millón de personas, muchas de las cuales se encuentran en campamentos improvisados con condiciones de vida extremadamente precarias.
La falta de acceso a alimentos, agua potable y atención médica está contribuyendo a una emergencia sanitaria, con un aumento en los casos de desnutrición y enfermedades prevenibles.
La ONU ha hecho un llamado urgente para que todas las partes en el conflicto acuerden un alto el fuego inmediato para permitir la llegada de ayuda humanitaria y evitar una catástrofe aún mayor.