El presidente de EE. UU., Donald Trump, insistió en que el helicóptero militar Black Hawk fue responsable del accidente aéreo en Washington que dejó 67 muertos, señalando que volaba demasiado alto y en el lugar y momento incorrectos.

Trump también criticó la falta de percepción de los tripulantes sobre el avión de American Airlines en su trayectoria estándar.

Un informe preliminar de la FAA indicó que la falta de personal en el control aéreo contribuyó al accidente, con un controlador encargado de gestionar tanto el tráfico aéreo como los helicópteros.


Esta situación refleja la escasez crónica de trabajadores y las difíciles condiciones laborales en EE. UU. El accidente ocurrió cuando el helicóptero y un avión de American Eagle colisionaron cerca del aeropuerto de Washington, dejando varios desaparecidos y cuerpos rescatados del río Potomac.