Demi Moore estelariza la sátira feminista de terror corporal La sustancia, una de las películas más sangrientas y audaces jamás nominadas a los Oscar.
El papel requería “luchar con los destellos de mi propia inseguridad y ego —explicó Moore—. Me pedían que compartiera esas cosas que no necesariamente quiero que la gente vea”
La actriz hablaba en una entrevista en video la semana pasada, vestida de negro informal y con grandes gafas, sentada en el sofá de su despacho; con cada idea se retorcía y acomodaba las piernas bajo su cuerpo.
Filmar con esa incomodidad fue un “regalo, algo positivo, una bendición, como quieras llamarlo —continuó la actriz—. Una vez que lo expones todo, ¿qué más queda? No hay nada que esconder. Poder soltar fue otra capa de liberación para mí”. La noche siguiente, ganó el premio a la mejor actriz en los Critics Choice Awards.
(milenio)