Durante la 97ª edición de los Premios de la Academia, Adrien Brody no solo se llevó a casa su segundo Oscar al Mejor Actor por su interpretación en The Brutalist, sino que también dejó una marca imborrable en la historia de la ceremonia.
Brody se convirtió en el poseedor del título del discurso más largo en la historia de los Oscar, según el medio Screen Rant, un logro que, aunque no exento de controversia, reflejó la profundidad de su gratitud y compromiso con los temas que aborda su trabajo.
(milenio)