Investigadores de la NASA y del Instituto Tecnológico de California analizaron los terremotos del 28 de marzo de 2025 en Myanmar usando datos satelitales y de radar.
Detectaron desplazamientos del terreno de hasta 6 metros a lo largo de la falla de Sagaing, una de las rupturas superficiales más largas documentadas, con 550 kilómetros de extensión.
Los terremotos se originaron a 10 km de profundidad y podrían haber sido de “supercizalladura”, donde la ruptura se mueve más rápido que las ondas sísmicas, intensificando los daños. Los efectos llegaron hasta Bangkok, a 1,000 km del epicentro.
-EFE-