Rusia rechazó la propuesta de una tregua de 30 días presentada por Ucrania y líderes europeos, considerándola un “ultimátum inadmisible”.
En lugar de aceptar el cese al fuego, el presidente Vladimir Putin propuso iniciar negociaciones directas en Estambul el 15 de mayo, sin condiciones previas.
Moscú argumenta que una tregua sería aprovechada por Kiev para rearmarse y que es necesario abordar primero las causas del conflicto.
Aunque no descartó un acuerdo de paz, insistió en que debe ser genuino y respaldado por ambas partes.
Mientras tanto, Ucrania, apoyada por países europeos, mantiene su exigencia de alto al fuego e insiste en que, de no lograrse, impondrán sanciones coordinadas contra Rusia. Moscú destacó que naciones como China y Brasil respaldan su enfoque negociador.
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