La llegada a Haití de 200 policías kenianos, primeros integrantes de una fuerza internacional de seguridad, supuso en junio una esperanza para frenar a las poderosas pandillas del país caribeño. Pero dos meses después de su despliegue, sus avances han sido escasos y la población pierde la paciencia.
La misión, patrocinada por la ONU, tiene como objetivo ayudar a la policía haitiana a restablecer el orden en un país herido, golpeado desde hace décadas por crisis políticas, desastres naturales y criminalidad.
Pese a las críticas, la policía keniana aseguró el lunes que sus tropas en Haití habían logrado "avances significados", retomando el control de "infraestructuras claves".
-EL SOL DE MÉXICO