El conflicto armado en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC) ha dejado unos 3,000 muertos y casi 3,000 heridos en menos de dos semanas, según la ONU.
Los combates entre el Ejército congoleño y el grupo rebelde M23 han desatado una grave crisis humanitaria, especialmente en Goma, donde los hospitales están desbordados y los servicios básicos paralizados.
La situación empeora con la escasez de agua potable, lo que pone en riesgo a la población de enfermedades. La violencia ha aumentado también en Kivu del Sur, mientras persisten las tensiones con Ruanda, acusado de respaldar al M23.
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