La Casa Blanca defendió la decisión de deportar a tres niños ciudadanos estadounidenses, menores de siete años, junto a sus madres indocumentadas.
Tom Homan, 'zar de la frontera', explicó que las madres decidieron que sus hijos fueran deportados con ellas, evitando que se quedaran en EE. UU. sin sus progenitores. Activistas y la ACLU criticaron la situación, denunciando que las familias fueron casi incomunicadas y que las madres no recibieron asesoría legal a tiempo, lo que les impidió obtener un alivio migratorio.
La decisión ha generado controversia, ya que la Constitución garantiza la ciudadanía a los niños nacidos en EE. UU., independientemente del estatus migratorio de sus padres.
-EFE-