Una grave escalada militar entre India y Pakistán dejó al menos 30 muertos tras ataques aéreos y enfrentamientos en la frontera, generando preocupación internacional.

India lanzó la "Operación Sindoor", atacando supuestas bases terroristas en Pakistán como represalia al atentado de Pahalgam que dejó 26 muertos.

Pakistán respondió con ataques aéreos y terrestres, y afirmó haber derribado aviones indios, lo cual no fue confirmado por Nueva Delhi.

Ambas naciones, con armas nucleares, intensificaron los bombardeos en la Línea de Control en Cachemira, afectando a civiles y causando daños en infraestructura. La ONU, EE.UU., China y Rusia pidieron moderación urgente ante el riesgo de un conflicto mayor.


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