Crece la preocupación en Carolina del Norte por las redadas migratorias que ya suman más de 200 detenidos, incluidos mexicanos, hondureños y salvadoreños. El operativo federal, iniciado en Charlotte y ahora extendido a Raleigh, provocó llamados de alerta del gobernador Josh Stein y la alcaldesa Janet Cowell, quienes piden que las detenciones no se basen en el color de piel.
La Patrulla Fronteriza afirma que entre los arrestados hay miembros de pandillas como MS-13 y Los Sureños, y que al menos 44 detenidos tienen antecedentes criminales. Sin embargo, activistas y autoridades locales aseguran que la mayoría no tiene historial delictivo.
-EFE-