Entre la variedad de puestos instalados en las inmediaciones de la Catedral hasta el domingo 4 de enero, destaca un comercio dedicado al grabado de placas para mascotas, atendido por Germán Olvera, un artesano de mediana edad que ha dedicado gran parte de su vida al comercio ambulante y 27 años al grabado sobre metales.
El vendedor realiza los grabados con un pantógrafo de joyería fabricado en 1938, una máquina que se ha convertido en una de las curiosidades de su puesto. Este instrumento, cuyo origen se remonta al siglo XVII como herramienta de dibujo, fue adaptado posteriormente para el grabado mecánico de precisión, permitiendo la reproducción detallada de diseños en diferentes escalas, una técnica que hoy en día es poco común frente a los métodos digitales.
Germán Olvera señaló que las ganancias obtenidas durante esta temporada han sido mínimas, ya que prácticamente solo le han permitido recuperar la inversión realizada para trasladarse hasta la capital y cubrir los costos del permiso. Como parte de su estrategia para mejorar sus ventas, indicó que a partir del 7 de enero se instalará en las inmediaciones de la Plaza del Ángel, donde los permisos para comerciantes ambulantes se extienden hasta el 12 de enero.
“Está regular, la verdad no es para quejarse; siento que voy a salir a mano porque el permiso aquí es muy caro”, expresó el artesano, quien añadió que al concluir su estancia en la ciudad viajará en autobús hacia las ferias de Tecomán, Colima, para continuar con su actividad comercial y sostener su economía familiar.