Los incendios forestales en el sureste de Corea del Sur han dejado al menos 24 muertos, y un piloto de helicóptero de extinción también perdió la vida al estrellarse. Más de 27,000 personas han sido evacuadas debido a la rápida propagación de las llamas, alimentadas por fuertes vientos y condiciones secas.
Los incendios han destruido barrios, cerrado escuelas y desplazado a cientos de presos.
La situación se considera una de las peores en décadas, y el gobierno está desplegando todos los recursos disponibles, incluyendo la ayuda del ejército estadounidense.
El Servicio Forestal reportó problemas con su flota de helicópteros, afectada por sanciones por la guerra en Ucrania. Además, se teme que el cambio climático aumente la frecuencia de este tipo de desastres.
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