Estados Unidos entró este miércoles en cierre de Gobierno, el primero en siete años, tras fracasar republicanos y demócratas en aprobar un presupuesto antes de la fecha límite.
Los republicanos culpan a la oposición, acusándola de usar la financiación en salud como moneda de cambio, mientras que los demócratas insisten en que no cederán y responsabilizan al partido en el poder del bloqueo.
El cierre afecta principalmente a servicios no esenciales, dejando a miles de empleados federales sin sueldo. Sin embargo, funciones críticas como seguridad, Ejército, aeropuertos y seguridad social seguirán operando, aunque sus trabajadores tampoco cobrarán hasta que se apruebe un nuevo presupuesto.
El presidente Donald Trump endureció el discurso, acusando a los demócratas de querer destinar fondos a migrantes indocumentados, algo que ellos niegan.
-EFE-